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COMUNIDAD

Somos Uno: Construyendo comunidad

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Fotografía tomada frente a construcción de cancha sintética aledaña al humedal juan Tibabuyes

Por: María Luna Ortiz Rodríguez.

 

 

 

 

Al noroccidente de Bogotá, un colectivo llamado Somos Uno, trabaja como promotor de la acción colectiva por el medioambiente, la preservación del humedal Tibabuyes, Jaboque, Tibaguya y la apropiación del espacio público para el bien común.

 

El humedal Juan Amarillo o Tibabuyes se encuentra ubicado en Bogotá, específicamente en las localidades de Suba y Engativá. El nombre Tibabuyes es de origen Muisca, y significa tierra de labradores y con sus 234 hectáreas, es el humedal más grande de la Sabana de Bogotá.

 

Visitamos las dos huertas comunitarias creadas por el Colectivo Somos Uno en el barrio Cortijo y Ciudadela Colsubsidio para hablar con los líderes, Laura Peña y Juan Huertas y conocer a profundidad este movimiento.

El colectivo Somos Uno lleva 5 años creando tejido comunitario y proceso territorial en la localidad de Engativá. Para dicha acción se basan en tres ejes: ciencia, arte y espiritualidad, más un eje transversal que es la naturaleza; a partir de estos elementos buscan la transformación individual y colectiva.

 

Juan Huertas comenta que todo empezó desde que reconocieron verdaderamente el territorio, el cual está rodeado del humedal más grande de Bogotá, donde actualmente el distrito se encuentra adaptando el corredor ambiental Juan Amarillo, un sendero elevado de 1,2 kilómetros de longitud y una cicloruta, lo mismo que en el humedal Jaboque, en el occidente de la ciudad. 

 

“Actualmente nos estamos enfrentando a una crisis muy grave ya que todos los ecosistemas de los humedales Tibabuyes y Tibaguya están siendo afectados por obras duras, cuyos fines son netamente monetarios y no tienen nada de ecológico” opina Laura Huertas.

 

La labor de Somos Uno consiste en educar a la comunidad e incluso a las instituciones en los eventos y encuentros que tienen con ellos. Solo a través del reconocimiento del territorio se puede dar la protección de la comunidad a éstos ecosistemas. El objetivo principal de Somos Uno, es que detengan todas las obras que se están haciendo actualmente en los humedales.

 

Según Laura y juan, la comunidad cada vez es más consciente de que ya no pueden seguir perdiendo tiempo, ya que para muchos es evidente la situación ambiental en que viven. En Ciudadela Colsubsidio hay varios colectivos que están realizando diferentes acciones sociales y ambientales, como, por ejemplo: “Los Caicas”, “Yo Soy Humedal”, “Pro mi barrio” o “Bachué Vive”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Como experiencia personal, Laura nos comentó que, aunque en una época vivió justo al frente del humedal Tibabuyes, por muchos años ni siquiera supo que existía. La primera forma en la que se enteró de que podía hacer algo por el humedal fue viendo las acciones de quienes ya pertenecían al colectivo Somos Uno. Ellos realizaban movilizaciones, proyecciones audiovisuales, marchas y movimiento a través de redes; gracias a eso ya son un gran tejido comunitario a pesar de que el comienzo no fue fácil. “Uno de los factores para que la gente despierte y se interese por estos temas es que los que ya participamos en el colectivo nunca paremos y sigamos entregando un mensaje al cuerpo social”, afirma Laura Huertas.

 

Actualmente, en Ciudadela Colsubsidio existen diversas redes donde confluyen varios vecinos, los cuales, han creado mingas y huertas con las que se ha logrado que las construcciones de los humedales no sigan avanzando en el territorio que se tiene destinado a estas. Para el colectivo, todas las actividades en que la comunidad pueda encontrarse son fundamentales en la toma de acción, y aunque el humedal ha sido su primer motivo de conexión, hoy son un colectivo, debido a varios factores ecológicos, sociales, culturales, pedagógicos y políticos, todo, en torno a los humedales Tibabuyes, Tibaguya, y Jaboque.

 

La principal acción legal, ha sido contra el decreto 565 que creó Enrique Peñalosa, donde modificó el concepto de recreación pasiva, en el que hace ver los humedales como un parque urbano y, en consecuencia, se permiten obras en estos. A pesar de que se han puesto medidas cautelares, los procesos legales han sido tan lentos, y cuando la justicia les ha dado respuestas, las construcciones ya han sido terminadas.

 

Como colectivo, Somos Uno ve la necesidad y urgencia de proteger y conservar los ecosistemas de agua dulce que se encuentran en la localidad de Engativá y todo Bogotá. Para Somos Uno, el cambio también depende de las personas del común, porque instituciones como el IDRD, la Alcaldía, la Secretaría Distrital de Ambiente y La Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá no han prestado atención a las tutelas que la comunidad presentó contra las construcciones.

El proyecto más grande y de mayor unión se ha dado por medio de las huertas urbanas, donde tienen sembrados lulos, feijoas, frambuesas, cerezos, moras, gulupas, granadillas, uchuvas, yacón maíz, caléndula y cilantro. También tienen lombricero y compostaje para los residuos.

 

La huerta creció gracias al apoyo de la comunidad, a las mingas que han hecho junto con otros defensores de los humedales y más colectivos. También hacen jornadas de educación a niños de colegios y les enseñan a sembrar, ya que consideran que las huertas urbanas que crearon deben ser un espacio abierto a la comunidad con actividades, conciencia ambiental y respeto a la naturaleza.

 

En cuanto a las construcciones aledañas al humedal Juan Amarillo, ya se tienen varios proyectos urbanísticos terminados, como lo son canchas sintéticas y amplios senderos en concreto, dos impactos fuertes para el ecosistema, además del “corredor ambiental Juan Amarillo”, un proyecto que aún se tiene en curso.

 

“Lo más básico que necesitamos los seres humanos para vivir es agua pura, aire puro, y para eso necesitamos que existan territorios naturales, ya que estos nos brindan nuestras necesidades básicas. Si nos empeñamos en recuperar los humedales y en que todas las aguas vuelvan a ser puras, aseguraremos el futuro y la buena vida de todos los bogotanos. Hay que llevar todas las preocupaciones ambientales a la acción, no solo a la queja en redes sociales” dice Laura Peña.

“Aunque todos los humanos somos distintos, podemos encontrar puntos en común, habitamos el mismo planeta, cuidémoslo para que podamos vivir bien en todos los ámbitos: social, económico, cultural y político. Solo se verá un cambio significativo con una mayor participación y empoderamiento de los habitantes, este será el camino para que realmente haya paz, libertad y autonomía en nuestro país” agrega Juan Huertas.

 

Sin duda el humedal Tibabuyes ha sido uno de los ecosistemas más golpeados por los proyectos urbanísticos hechos por la ultima administración, lo que lo convierte en un reto   ambiental, en el que se espera que se detengan las obras que afectan su ecosistema, fauna y flora.

 

Somos Uno, invita a la ciudadania a que se una en un solo proposito, desde lo individual, hasta lo colectivo para así vivir en armonia en el planeta que habitamos.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                          Lombricero en el barrio ciudadela Colsubsidio

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Huerta urbana en el barrio ciudadela colsubsidio 

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Yo veia cómo se estaba destruyendo ese lugar natural tan cercano"

Marcela Puertas

¿Destrucción o progreso?

El ser humano interviene ecosistemas a para construir progreso, pero, en realidad ¿se está progresando?

En la localidad de Engativá se encuentra el humedal Jaboque, uno de los humedales con mayor interés arqueológico de la ciudad.

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Hablamos con Marcela Puertas, bióloga, geógrafa, integrante del colectivo Caicas, y habitante del sector aledaño al humedal Jaboque, quien ha realizado investigaciones con respecto a la conservación de este ecosistema.

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 Marcela, nos comentó que los procesos de participación ciudadana para la defensa de los humedales, generalmente no surten efecto, ya que las instituciones no están dispuestas a modificar los proyectos de corredores ambientales y parques lineales desde el diseño hasta la construcción, lo cual no garantiza la participación. 

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Desde el 2017 empezaron los diseños de los contratistas de la empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, para los proyectos de corredores ambientales o parques lineales, que actualmente se llevan a cabo en el humedal Jaboque y Juan amarillo.

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 Desde un inicio, varios colectivos de organización comunitaria, como Caicas o Somos uno, hicieron solicitudes por medio de mecanismos de participación ciudadana, para expresar que no estaban de acuerdo con la intervención de obras duras, es decir, en concreto, sino que se adecuaran zonas para recorrer el humedal con estructuras de bajo impacto ambiental, ya que así, no se perjudicaría dichos ecosistemas.

 

Al humedal Jaboque llegan aún muchas conexiones erradas, aguas sucias, industriales y domésticas, lo que ha deteriorado de manera significativa el humedal, por esto, se argumenta, que el endurecimiento de  estos ecosistemas no es viable.

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Actualmente, los proyectos de construcciones en el humedal Jaboque y Juan Amarillo, ya pasaron toda la fase diseño a pesar de las solicitudes de la comunidad. Finalmente, no hubo concertación y el proyecto está en marcha hace varios meses.

 

Ahora, las propuestas por parte de la comunidad son diferentes. Jaboque cuenta con monolitos y camellones indígenas, los cuales, se pide que no se intervengan de ninguna manera. Aparentemente, esa petición se va a respetar, ya que la propuesta inicial, implicaba observatorios dentro del cuerpo de agua, lugar donde se encuentran los monolitos y camellones indígenas.

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 Otra petición de la comunidad es que se reconsideren los materiales y ubicación de   la construcción de la sede administrativa del humedal, ya que proponen construirla en una zona, que aunque es un gran pastizal, es el lugar predilecto de los curíes y zarigüeyas para sus madrigueras.

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La comunidad también tiene en mente unos montos de dinero que están pensados para procesos de educación ambiental en  Unir Dos, una zona compleja en la que se espera que varias organizaciones de base comunitaria en Engativá y no solo Caicas, puedan estar presentes en el proceso de educación ambiental de la comunidad , ya que lo que se busca es dar respuesta a  necesidades que  están afectando el humedal, como por ejemplo, el hecho de que se den quemas o que sigan llegando escombros a este ecosistema.

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Es por estos, y otros motivos, que varias organizaciones de base comunitaria  desean obtener resultados en el proceso de educación ambiental para proteger el humedal, piensan que se debe ir más allá de simplemente reflexionar sobre la importancia de este ecosistema, tambien se debe apuntar a impulsar soluciones frente a las situaciones negativas sobre Jaboque. 

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sembrando revolución

El humedal La Libelula, hace parte de uno de los seis espejos de agua que conforman el complejo de humedales  El Tunjo.

En el video de la derecha podrá conocer cómo, tras un trabajo de mas de diez años por parte de El centro Experimental Juvenil, este ecosistema pasó de ser un botadero de escombros a un ecosistema con espejos de agua y gran variedad de especies .

Tropical Plant
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